Cirugía de Reconstrucción Craneofacial

Equipo SaludActual

Labio y Paladar Leporino son los más comunes, pero también se pueden ver afectadas otras zonas del cuerpo.

La Reconstrucción Craneofacial se utiliza cuando existen fallas de nacimiento en la cara y la cabeza. Sin embargo, el procedimiento depende del nivel de deformidad que presenta el paciente, pudiendo involucrar los ojos, nervios, cerebro, piel de la cara y huesos. Por esta razón, durante la intervención se requiere de la participación de un cirujano plástico y un neurocirujano.

La intervención consiste en cortar y reubicar los huesos de la cara que se encuentran malposicionados, utilizando materiales quirúrgicos microscópicos, como tornillos y placas metálicas. En caso que se necesite rellenar, pueden realizarse injerto óseo, determinando como zona dadora a la pelvis, las costillas o el cráneo.  Los tejidos, vasos sanguíneos y nervios también son modificados. 

Para completar algunas zonas vacías se realiza injerto desde los glúteos, muslos, torax o las manos. Mientras que para la mandíbula se utilizan alambres que mantengan fija su posición adecuada. La anestesia utilizada es general, provocando que el paciente se duerma completamente y no sienta ningún tipo de dolor. La duración puede ser desde 4 a doce horas.

Como ocurre después de toda cirugía estética, es probable que durante un par de semanas el rostro y el cuello del paciente se encuentren hinchados, lo cual puede dificultar el sistema respiratorio. Ante esto, de manera urgente será necesario realizar una Traqueotomía, que consiste en realizar un agujero en el cuello para situar una sonda en la tráquea que le permita respirar.

La Cirugía Reconstructiva Craneofacial se debe realizar cuando un paciente presenta las siguientes deformidades:

• Síndrome de Apert o Craneosinostosis: patología hereditaria que provoca el cierre prematuro entre la unión de los huesos de la cabeza. Esto debiera ocurrir generalmente a los 2 o 3 años. También es conocido como Síndrome de Crouzon.
• Labio Leporino: corresponde a la presencia de una fisura en los labios. En algunos casos esta hendidura puede llegar hasta la nariz. Dentro de esta clasificación también se encuentra el Paladar Hendido, que corresponde a la misma deformación pero situada en la parte superior de la boca.
• Hipertelorismo: se caracteriza por la distancia anormal entre dos órganos gemelos, como los ojos, por ejemplo.
• Síndrome de Möbius: es una malformación neurológica que se aloja en el sexto y séptimo nervio, causando parálisis facial desde nacimiento e imposibilidad de movimiento en los ojos.
• Síndrome de Treacher-Collins: afección genética a base de una proteína deficiente llamada Treacle y provoca malformaciones faciales (boca, oídos, ojos, entre otros).
• Lesiones en el cráneo
• Presencia de tumores

Después de la intervención, el paciente debe permanecer en la Unidad de Cuidados Intensivos por una semana aproximadamente, para luego salir del hospital sin presencia de complicaciones. Generalmente el proceso de recuperación se extiende por un mes y medio, durante este periodo se debe erradicar cualquier tipo de deportes.

Riesgos

Los riesgos que se pueden producir son, como mencionamos arriba, dificultad en el sistema respiratorio a causa de una excesiva hinchazón del rostro. También puede ocurrir daño a alguno de los nervios o en los injertos óseos, pero esto se presenta con predominancia en aquellos pacientes que tienen malos hábitos alimenticios, mala circulación, Lupus y quienes consumen tabaco.

Post Trauma

Tanto en niños como en los adultos, existe la posibilidad de presentar algún tipo de depresión o estrés post traumático si han sufrido algún tipo de lesión o nacen con una deformación, ya que tienden a comparar su apariencia. Asimismo los padres de este tipo de pacientes, por eso es necesario asesorarse con un especialista en salud mental, paralelamente al tratamiento de cirugía reconstructiva. 

Daniela Araya A.

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