Consecuencias de la diabetes: la neuropatía diabética

Equipo SaludActual

Como es sabido, la diabetes es una enfermedad que va dañando progresivamente a quien la padece. Incluso, para que una persona diabética se mantenga saludable tiene que cambiar la mayoría de sus hábitos para no presentar los males asociados. En esta ocasión hablaremos -de manera general- de la neuropatía diabética.

La neuropatía diabética es un conjunto de daños o trastornos nerviosos en el cuerpo derivados de la enfermedad o por el alto nivel de "azúcar" en sangre. La hiperglucemia, junto con la disminución del flujo sanguíneo, va generando lesiones en los nervios del organismo.

Estos daños son: del nervio cráneo (pares craneales) y de los nervios de la columna vertebral y ramificaciones. Además, se comienzan a lastimar los nervios que controlan a los órganos vitales como corazón, estómago, vejiga e intestinos (neuropatía autónoma).

Síntomas

Puede que no existan síntomas o que sean débiles, ya que esta dolencia se va desarrollando por un largo tiempo. Asimismo, estos signos dependerán directamente de los nervios se estén afectando.

Por ejemplo, si están dañados los órganos del sistema digestivo, puede que el paciente presente problemas para deglutir, o que se sienta satisfecho con pequeñas porciones de comida, y puede tener acidez y distensión, náuseas, vómitos, diarrea o estreñimiento. Todos estos problemas hacen más difícil controlar la diabetes, porque la alimentación es esencial en el control del azúcar en sangre.

También se puede sentir cosquilleo o ardor en piernas y/o manos, pero sobre todo en los pies. Si bien esto puede ser molesto, no es peligroso. Por el contrario, se torna delicado cuando se comienza a perder sensibilidad en las extremidades.

En este sentido, muchas personas con diabetes notan que ya no sienten dolor en caso de cortarse o ampollarse. Tampoco sienten las cosas cálidas como el agua hirviendo. Por lo tanto, esta pérdida de sensibilidad puede ocasionar que se infecten las lesiones terminando, de manera extrema, en una amputación.

Por otro lado, si se dañan los nervios del corazón y vasos sanguíneos, entre otros, se puede presentar hipotensión ortostática (sentirse mareado cuando uno se levanta, por el cambio brusco de presión arterial).

Igualmente, hay personas que muestran dificultades sexuales como sequedad vaginal o problemas con la erección. Otros síntomas son: sudor en exceso, incapacidad de darse cuenta de la glucemia baja, dificultades de la vejiga, etc.

Exámenes y tratamiento

Dentro de los exámenes a realizar, su médico puede hacerle pruebas físicas de reflejos, tomar la presión mientras está acostado y al ponerse de pie y un test de sensibilidad en la piel. Además, podría realizarle pruebas de velocidad de conducción nerviosa y electromiografía.

Para evitar o tratar estas enfermedades es esencial que quien padece de diabetes mantenga los niveles de azúcar en sangre en rangos saludables.

Por esta razón, es recomendable controlarla regularmente. Asimismo, hacer ejercicios físicos, mantener una dieta especial y comer a las horas indicadas por el especialista (dietista o diabetólogo), es vital. Y, en el caso de requerir medicamentos, ser estricto en el consumo de estos será esencial.

Para cada problema, su profesional de la salud deberá recetarle un medicamento específico.

Recomendaciones

Sin embargo, hay ciertos cuidados que le ayudarán a mantenerse lo mejor posible como: ingerir comidas de porciones pequeñas y varias veces en el día.

Por ejemplo, en lugar de tres comidas principales durante el día, aumentar a cinco, dormir con la cabeza más elevada para evitar vómitos o reflujos, revisar y cuidar sus pies, y usar calzado cómodo y adecuado.

Otro punto es que las molestias pueden controlarse, pero generalmente, las enfermedades siguen empeorando. No obstante, hay que tratar de continuar con las precauciones necesarias, para evitar al máximo el daño.

Finalmente, si presenta cualquier síntoma nombrado, debe visitar a su médico. Además, si usted tiene diabetes, no debe dejar pasar más de seis meses sin consultar a su profesional de salud, ya que es una enfermedad que requiere de cuidado.

Mireya Guzmán.

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