Equipo SaludActual
Todas las mujeres soñamos con ser jóvenes por siempre, intentando apaciguar lo mejor posible cada nuevo cambio que trae consigo pasar a los 40. Pero hay un proceso que puede aplacar la menopausia: el tratamiento hormonal.
¿En qué consiste la terapia hormonal para la Menopausia?
Esta terapia consiste en reemplazar las hormonas que los ovarios dejan de producir cuando el cuerpo es joven. Dichas sustancias son: estrógeno y progesterona.
Estas hormonas van a reproducir los efectos que siempre generaron en el organismo de una mujer joven.
Estas funcionan en el cuerpo femenino como sustancias químicas que regulan el funcionamiento de todo el organismo, tanto físico como emocional. De este modo, el objetivo final de la terapia es evitar los efectos de su ausencia.
Ambas tienen diversas funciones. La función principal de los estrógenos es estimular el desarrollo de las mamas durante la adolescencia de la mujer.
Por otro lado, lo primordial de la progesterona es preparar el endometrio para una próxima implantación del embrión.
"Estas hormonas van a reproducir los efectos que siempre tuvieron las naturales producidas por los ovarios desde la infancia y mayormente en la adolescencia. Además, está demostrado que usadas desde el momento adecuado disminuyen el riesgo de cáncer de ovario y colon, pérdida de masa ósea y daño cerebral por Alzheimer", manifestó el Doctor Juan Eduardo Orlandi Jorquera, Ginecólogo de la Clínica Bicentenario
¿Contra qué efectos de la menopausia lucha esta terapia?
La menopausia, como proceso natural de la mujer, no produce los mismos efectos indeseados en todas nosotras.
Los síntomas más comunes que combate esta terapia son:
Dependiendo de la mujer que se someta a este procedimiento, será la forma en la que se realice este método.
Una vez identificados los requerimientos y factores de riesgo, el médico decidirá qué método es el mejor para implementarlo: comprimidos, parches cutáneos, geles, transdérmicos o inyectables.
¿Cuándo es necesaria?
La terapia hormonal para la menopausia es necesaria sólo cuando el médico manifieste que la disminución de niveles hormonales esté afectando la calidad de vida de la mujer.
Por más que queramos que nuestro cuerpo permanezca joven por siempre, no podremos luchar para que esos cambios no ocurran.
Lo importante es que cada transformación tiene un método científicamente comprobado que nos ayuda a sobrellevar dicho cambio. Por eso es prudente que durante toda nuestra vida nos hagamos un chequeo con nuestro ginecólogo/a cada seis meses.
Por último, siempre es importante recordar que no importan los años que tengas, si no la mujer que eres por dentro.
Macarena Faunes.
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