04/08/2004
Un retoque a la dignidad para los enfermos de cáncer, es posible gracias a pequeños trucos cosmetologicos.
Ariel Lara Cáceres. Periodista SaludActual.
Toda vez que una persona debe pasar por el terrible momento en que el médico
le comunica que padece de cáncer, un mar de dudas y angustias invaden
su mente en cosa de segundos. Pero nada se torna realmente traumático
hasta que, a quienes se les a decidido aplicar como tratamiento la quimioterapia,
empiezan a notar una serie de cambios que ponen en evidencia su condición
de enfermo ante los demás.
Sin embargo, es posible recuperar el buen semblante, ya que la cosmetología
otorga un reconfortante baño de humanidad, que hace más llevadero
los efectos físicos que una quimioterapia provoca en la apariencia de
la mayoría de las personas, entre ellos la caída del cabello y
algunas manchas en la piel.
Cabe recordar que la quimioterapia consiste en el uso de fármacos para
destruir las células cancerosas. Existen más de 50 medicamentos
diferentes para combatir la enfermedad y prevenir el crecimiento, multiplicación
y diseminación de las células malignas. Cuando están sanas,
éstas crecen y se dividen de forma controlada; sin embargo, las células
cancerosas se caracterizan precisamente por el crecimiento descontrolado. Por
ello, estos agentes, que pueden emplearse solos o bien combinados, están
dirigidos a bloquear esta multiplicación caótica.
Los efectos secundarios que este tipo de tratamiento provoca son transitorios,
una vez finalizada la aplicación de este protocolo, la persona tratada
debería dejar de sentir lo siguiente - no ocurre lo mismo con todas las
personas -: anemia, dolor y pérdida generalizada del cabello, entre otros.
Es precisamente esta última consecuencia la más notoria a los
ojos, no sólo del mismo paciente, sino de su familia y la sociedad en
general.
Para disimular estos efectos, que para muchos son devastadores en el aspecto
anímico - fundamental para superar la enfermedad -, es que existen una
serie de técnicas de maquillaje, pelucas y asistencia estética
en general, principalmente para las mujeres que no quieren dejar de verse bonitas
ni en los peores momentos.
Mónica Vergara, cosmetóloga y ex paciente oncológica entrega
los siguientes consejos para el cuidado de la piel y maquillaje:
"Es habitual vernos manchas en todo el cuerpo similares a una quemadura
solar, cambios de color y zonas con ardor, además de la pérdida
de cejas y a veces de pestañas. Lo bueno sería primero, limpiar
el rostro con cremas especiales, luego aplicar una suave capa de base para homogenizar
el tono facial y protegernos de los contaminantes del ambiente y luego poner
algo de rubor, todo en tonos muy sutiles".
"En el caso de las cejas siempre es bueno utilizar para delinearlas un
tono café plomizo y hacerlo de forma ascendente, muy suavemente. No es
recomendable recurrir a máquinas que introduzcan elementos extraños
en la piel, para demarcar cejas por ejemplo, salvo si un facultativo lo autoriza".
Se puede también recurrir a pelucas para aminorar los cambios provocados
por la quimioterapia. Lo óptimo es poder contar con uno de estos artículos
de pelo natural, ni tratado ni artificial, por que otorgan menos realismo. Este
tipo de accesorios se deben mandar a hacer apenas se comienza con el tratamiento
y a semejanza de la persona que la va a usar. La idea es raparse "al cero"
una vez que el pelo comienza a caerse producto de los fármacos y reemplazarlo
de inmediato por la peluca, que siempre debe ser usada delante de las orejas
para tapar sus contornos.
Quizás un poco de maquillaje o una peluca no van mejorar del cáncer
a un enfermo, pero sin duda que son herramientas válidas para inyectar
una fuerte dosis de ánimo a un paciente que, al verse tremendamente demacrado
frente al espejo, puede mejorar su ánimo, sentir que nada a cambiado
en su vida y que puede realizar todas sus actividades cotidianas, pese al terrible
mal que lo aqueja.